Siempre lo digo, todo tiene un porque en la Vida.
Estaba recorriendo Villa la Quebrada y luego de fotografiar su iglesia y capturar algunas imágenes, decido realizar el ascenso al monte donde se encuentran representadas las 12 estaciones de Cristo.
Los días anteriores había realizado muchas fotos, había llenado una memoria y esta era la segunda que había comenzado en la mitad del recorrido del día anterior.
Siempre cargo mi mochila con baterías, memorias y lentes. En esta oportunidad la había dejado en el auto.
Cuando comienzo el ascenso, solo puedo hacer una foto, memoria llena me indicó la cámara.
No hay dudas. Yo debía cargar mi mochila como él cargó su cruz. Me vi obligado a caminar de regreso a mi auto, a unos 200m.
Ante esta señal, me propuse que mi ascenso sería sin realizar una sola imagen. Solo detenerme unos instantes en cada escultura representativa de las estaciones.
Al llegar al punto superior, observé la panorámica que me regalaba la naturaleza y retraté tal momento vivido.
Mi regreso, fue el trabajo fotográfico, muy pausado y con mucha atención.
Felices Pascuas