Ella te Bendice
Al ingresar a la Catedral de Lujan, está ella, justo a la entrada, un domingo a la mañana muy concurrido por feligreses, como es habitual, ella me observaba, me acerqué, me arrodillé, posé mi cámara sobre el trípode a mí lado y en esos segundos pedí que me acompañara, que los guíe a ustedes, en ese segundo y medio de exposición pedí que me bendijera, que los bendijera a todos ustedes al observarla cada vez que comparten esos minutos con migo a la distancia. Un abrazo grande, los quiero mucho.