Ingreso al pueblo, pero sólo mi imaginación. Era una muy
prolija y cuidada ciudad, pequeña, en un llano que a lo lejos permitía ver
Traslasierra.
En el recorrido veo casonas antiguas que reflejan el paso
del tiempo como la de muchos otros pueblos del interior. En cada grieta se
escuchan las historias vividas por sus antiguos habitantes.
También una estación, que un día latió al ritmo de sus pobladores. Hoy, es un pequeño museo que recuerda días felices y en el podemos ver cada uno de los elementos, hasta una gorra del guarda estación colgada. Está al cuidado del Municipio.
Con un cuidador hablé y me informó que la idea del gobierno provincial es conectar nuevamente Villa Dolores con Villa Mercedes en un futuro próximo.